• feed

nota / 17/07/2017

De acero a piel

Un manifiesto improvisado y crudo escrito a cuatro manos por Nanda de Vedetas, una servidora brasileña transhackfeminista; y Nadège de Kéfir, una cooperativa feminista de tecnologías libres.


Ya somos servidoras.

No necesitamos nuevo hardware solamente, cosas hechas de puro acero. No es que no sean importantes. La materialidad electrónica puede ser un portal para el aprendizaje y la transgresión. Incorporamos identidades diversas (femeninas, negras, trans, no binarias…) de lucha, con una carga histórica en Latinoamérica, la de ser servidoras. Comprendemos en ello la posibilidad de establecer resistencias, y la equidad social y económica que nunca nos fue dada. La posibilidad de cruzar fronteras, crear nuevas alianzas y, como servidoras en un contexto más tecnocrático, ser maestras en tecnologías y conocimientos forjados por nosotras mismas, y no meros reflejos de lo que observamos.

Somos proveedoras, sí. Pero buscamos interdependencia. La única verticalidad que aceptamos es como la de una columna vertebral, donde no hay jerarquías, sino una relación de complementariedad que puede incluso faltar o comprometer, pero esencialmente no incapacita. Especialmente en un ecosistema que aprende a abrazar su naturaleza, su individualidad y diversidad.

En un contexto de tanta tensión política, de tanta violencia, la urgencia para los colectivos, activistas y movimientos sociales es permanente y nosotras ofrecemos refugios, refugios digitales. Pero después de la tormenta pedimos un momento para acometer una inspiración profunda e imaginar juntas lo que podemos construir a través de la permeabilidad.

Cuando hablamos de dar o recibir ayuda, estamos hablando de apertura. Toda ayuda es intercambio, sinergia. Invitamos a cambiar juntas el concepto de “fiesta benéfica” y “servicios” hacia la idea de “ayuda mutua” y “colecta comunitaria”.

Nuestras acciones no estan guiadas por el afán de que más personas, más mujeres, más cuerpos se conecten con la tecnología digital, porque reconocemos que algunas ni siquiera tendrán acceso real a ella - o quizás no quieran tenerlo. Nuestro movimiento es comprender las tecnologías desde afuera hacia adentro, hasta retornar a la piel, a lo ancestral, a lo que nos hace sentir, lo que nos mueve, lo que nos hace conectar con quienes no están en contacto con las tecnologías, a través de acciones significativas y vitales, sostenibles y holísticas.

Finalmente, queremos que todas ustedes piensen en esto como una celebración, como un reconocimiento de acciones y construcciones en constante movimiento que ha de ser nutrido en todo su potencial, también como un gesto de acortar distancias y disparidades. Bailen, diviértanse y festejen como cuerpos libres que se conectan en una aliaza para hacer revoluciones más humanas a través de las tecnologías libres y feministas.